«La apicultura vanguardista de la que nos hemos enorgullecido años atrás se va a reducir a unas pocas explotaciones de pequeñas dimensiones”. La sectorial apícola de ASAJA sostiene que muchos apicultores se están planteando migrar a otras comunidades autónomas por la falta de apoyo al sector.

ASAJA Alicante manifiesta que la apicultura profesional y las abejas de la Comunidad Valenciana están desapareciendo, y lamenta la inacción de la Conselleria de Agricultura ante la dramática situación que el sector atraviesa.

La sectorial apícola de ASAJA Alicante ha informado en numerosas ocasiones a dicho organismo sobre la problemática que le amenaza de muerte: el terrible impacto del abejaruco sobre los colmenares en territorio valenciano y la necesidad de trabajar junto con el departamento de fauna silvestre en un programa de control de dicho depredador en zonas apícolas, la situación del acuerdo de la pinyolà, y la grave crisis sanitaria que atraviesa el sector. Asimismo, ha solicitado la concesión urgente de ayudas directas a través de fondos específicos del PDR para daños por adversidades climáticas, que han afectado terriblemente la producción de miel o polen de las explotaciones apícolas y a la propia subsistencia de las colonias de abejas, así como una convocatoria extraordinaria de las ayudas específicas de comercialización de miel para que los apicultores pudieran alimentar y contribuir a mantener vivas colmenas. Pese a todo, ASAJA lamenta que durante los últimos años no se haya llevado a cabo ninguna iniciativa útil para garantizar la supervivencia del sector.

Asimismo, la asociación reclama que la maraña legislativa y el exceso de burocracia conlleva un retraso administrativo que dificulta la actividad normal del sector apícola de la Comunidad Valenciana, que a las dificultades mencionadas se le suman las consecuencias derivadas de tres años continuados de sequía y el aumento de costes por la guerra de Ucrania.

“Hemos querido trasladar a la Conselleria que el sector se va a pique, que los productores de miel ya no aguantan más, y que esa apicultura vanguardista de la que nos hemos enorgullecido años atrás se va a reducir a unas cuantas explotaciones de pequeñas dimensiones, puesto que los profesionales del sector no tienen otro remedio que reducir sus explotaciones y sobrevivir en otros”, ha manifestado el presidente de la Sectorial Apícola de ASAJA Alicante, Guillermo Rosell.

Actualmente, las únicas explotaciones que aumentan son las que existen en otras comunidades autónomas “que sí valoran a sus apicultores y les conceden ayudas directas del PDR para su mantenimiento, ya que son conscientes de la importancia de mantener viva la cabaña apícola para ayudar a preservar el ecosistema de sus regiones”, ha añadido. Este hecho está impulsando a numerosos apicultores de nuestra Comunidad a plantearse migrar a otras donde llevar a cabo su actividad resulte más rentable.
Desde el 2020, los profesionales y técnicos de ASAJA Alicante han realizado numerosos estudios sanitarios informando de la la débil situación del sector y la bajada de censo; documentos solicitados por los Veterinarios Oficiales de las OCAPAS cuando la merma en el censo es superior al 30 o 40%. No obstante, la asociación lamenta que dichos informes “no hayan servido más que para rellenar un expediente”.

En este sentido, ASAJA Alicante advierte que, si la cosa sigue igual, en no demasiado tiempo pasaremos de ser la Comunidad Autónoma con mayor productividad y censo apícola, a reducirse a una actividad secundaria que no aporta rentabilidad. Según datos comunicados oficialmente a la Conselleria de Agricultura por las ADS con respecto al trienio 2019-2021, la provincia de Valencia ha sido la más afectada, con un descenso en el número de explotaciones de al menos un 15% y de una merma de 20% del número de colmenas.

El sector apícola tiene constancia de que desde la Administración autonómica solo parten iniciativas que constriñen y burocratizan cada vez más su trabajo: inspecciones, falta de flexibilidad y una ralentización desmesurada en la toma de decisiones. “No recordamos ninguna iniciativa en décadas que favorezca al sector, cada pequeña mejora la hemos tenido que pelear a base de quejas, concentraciones o manifestaciones, e incluso tenemos la sensación de que estas administraciones no han ido a defender a su sector mielero a ningún foro acreditado”, aseguran desde la sectorial de ASAJA.

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