La organización agraria certifica que el incremento de los caudales ecológicos en el plan hidrológico del Tajo que prevé el Ministerio de Transición Ecológica supondrá la muerte de la agricultura en el sur de Alicante.

Alicante, 1 de abril de 2022. ASAJA Alicante apela personalmente al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para que defienda con todo su peso político el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura en esta fase semana clave de redacción y revisión de los planes hidrológicos de cuenca.

Tras un viernes negro en el que los peores presagios de los regantes parecen tomar forma, los agricultores alicantinos, representados en un 90% por la organización agraria, han conocido la intención del Ministerio de Transición Ecológica de reducir en torno a 100 hectómetros cúbicos los caudales trasvasados al Segura para mantenerlos dentro de la cuenca del Tajo. Sin ellos, como ha avanzado el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea, se perderán más de 122 millones de euros, 5.000 empleos directos y 12.000 hectáreas de regadíos. «Puig tiene la obligación moral de implicarse personalmente en la defensa del trasvase, que es el modo de vida de cientos de miles de valencianos. Esa es la primera vertebración que necesitamos en el sur de la Comunidad», declara José Vicente Andreu, presidente de la organización.

«Necesitamos una postura fuerte y contundente del president, de la consellera Mollà y de todos los altos cargos de la Generalitat en contra del aumento de los caudales ecológicos del Tajo. Más cuando nos llegan noticias de que en otras cuencas del país se están atendiendo las peticiones de los agricultores para mantener los caudales actuales», sostiene Andreu. El presidente de ASAJA Alicante aplaude el apoyo al presidente de la CHS y le insta a doblar esfuerzos en la decisiva semana próxima.

«No estamos dispuestos a renunciar a nuestro modo de vida», zanja el dirigente agrario. Andreu cree que la ministra Teresa Ribera «debe entrar en razón y renunciar a aumentar los caudales ecológicos». «Ribera pretende dejar el trasvase exclusivamente para abastecimiento y limitar el riego a 105 hectómetros cúbicos anuales, lo que implicaría una destrucción de empleo y riqueza brutal que no estamos dispuestos a asumir. Supondría sustituir el agua trasvasada por agua desalinizada y el cierre paulatino de la conducción. No vamos a tolerar que nos impongan esa hipoteca», asegura el presidente de ASAJA Alicante.

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